Soy la palabra que no espera
el ruido que hace hablar a tu silencio
el nudo de la cinta de tu pelo
la mirada que quiere subir a tu marea

El canto de esperanza en el asfalto
los dedos torpes que sueñan con tu espalda
las amarras de un barco encallado
el asesino sin culpa ni redada

Desde mi ventana

Desde mi ventana

martes, 10 de marzo de 2009

Labios

Suaves, dulces, carnosos, impíos,
tan cálidos, sólidos, tiernos,
tan deseados por los míos.

Anhelados desde tiempos inmemoriales,
por navegantes en vela como éste,
que no les quita la mirada, ni aunque cueste
la sequía del universo de los manantiales.

Invocados día y noche, pensados y soñados,
necesitados cada tarde al desvelarme
de la siesta que duermo para soñarte,
a ver si llegan hasta los míos, a mojarlos.

Los siento sin mirarlos, todo belleza,
los disfruto uno por uno, cada instante,
¿no es acaso lo más importante...
que la realidad es lo que yo quiero que sea?

1 comentario:

Marijose dijo...

Sencillamente hermoso,
gracias por poemas como este!
Saludos!!